Un asteroide nueve veces más grande que un transatlántico realizará su máxima aproximación a la Tierra el próximo 31 de mayo.
A pesar de su gran tamaño, la roca no supone peligro alguno para nuestro planeta, ya que no se acercará a más de 5,8 millones kilómetros, quince veces la distancia que existe hasta la Luna. Los astrónomos podrán observar el asteroide, denominado 1998 QE2, con telescopios a partir de 70 metros y podrán obtener imágenes de alta resolución que revelarán las características de su superficie.
A pesar de su gran tamaño, la roca no supone peligro alguno para nuestro planeta, ya que no se acercará a más de 5,8 millones kilómetros, quince veces la distancia que existe hasta la Luna. Los astrónomos podrán observar el asteroide, denominado 1998 QE2, con telescopios a partir de 70 metros y podrán obtener imágenes de alta resolución que revelarán las características de su superficie.
1998 QE2 fue descubierto el 19 de agosto de 1998 por el Instituto de Tecnología de Massachusetts. Su máxima aproximación se producirá el 31 de mayo a las 22.59 hora peninsular española. No se nos acercará tanto durante al menos los dos próximos siglos.
El asteroide, que se cree que tiene 2,7 kilómetros de largo, como nueve buques «Queen Elizabeth 2» puestos uno detrás de otro, recibe el nombre asignado por el Centro de Planetas Menores en Cambridge, Massachusetts, que da a cada asteroide recién descubierto una denominación provisional a partir del año de la primera detección, junto con un código alfanumérico que indica el medio mes en el que se descubrió y la secuencia dentro de ese medio mes.
Las imágenes de radar de la antena de Goldstone pueden observar las características de un asteroide tan pequeño como 3,75 metros de ancho, incluso desde 4 millones de kilómetros de distancai. «Es muy emocionante ver imágenes detalladas de este asteroide por primera vez», dice Benner.
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