“Nunca es tarde si la dicha es buena”, reza un refrán que muy bien podría estar en boca de LeBron James por estos días.
La estrella de la NBA ayudó el pasado verano al equipo de su ciudad, Cavaliers de Cleveland, a ganar el primer campeonato en la historia de la franquicia y de paso recuperó a buena parte de la fanaticada que le reprochaba que se marchara a Miami en 2010, ciudad en la que ganó dos sortijas de campeonato con el Heat. Ahora, James está buscando enmendar otra decisión del pasado que le costó la enemistad de fanáticos de Cleveland: apoyar a los Yankees de Nueva York en lugar de a los Indios.
En el año 2007, James se presentó a un partido de playoffs entre Indios y Yankees con una gorra del equipo del Bronx. Su acción generó tremendo furor y el estelar jugador admitió sin reparos que en el deporte de béisbol, era fanático de la novena más ganadora en la historia de las Grandes Ligas con 27 cetros. Igualmente, dijo que creció como aficionado de los Cowboys de Dallas en la NFL.
Pero, 10 años después, James cambió lealtades y no ha parado de animar a los Indios, que a partir de este martes enfrentarán a los Cachorros de Chicago en la Serie Mundial. El enebeísta ha asistido a partidos de playoffs en el Progressive Field junto a otros jugadores de los Cavs, hablando públicamente para alentar al equipo y mostrando su apoyo a través de sus redes sociales, sea con fotos o mensajes dedicados a los Indios.
A su vez, jugadores de la novena campeona de la Liga Americana como Jason Kipnis también han dicho que lo que hicieron los Cavaliers de LeBron en la NBA al terminar la sequía campeonil les inspiró en su buena campaña este año.
"Nos dio vibras positivas alrededor del estadio y vibras positivas a los fanáticos. Todo el mundo estaba de mejor humor. El sol brillaba. Ya no existía la nube negra sobre Cleveland. LeBron no nos reconoció públicamente o bateó jonrones, pero al mismo tiempo, al los Cavs ganarlo todo nos quitó la presión de traer a casa el primer campeonato", dijo el intermedista de los Indios.
A LeBron le queda algo más. En días pasados su amigo y excompañero de equipo, Dwyane Wade, le retó a hacer una apuesta sobre quién ganaba la Serie Mundial. Wade es nativo de Chicago y está con los Cubs.
Lo que no han podido concertar es en qué consistirá la apuesta, pero ya ambos han comenzado a calentar el ambiente previo a la Serie Mundial que promete ser todo un evento para ambas ciudades hambrientas de un campeonato de Grandes Ligas, pues los Cubs no ganan un título desde 1908 y los Indios desde 1948.