Katy Perry tendrá su convento. Un juez ha obligado a unas monjas a negociar la venta del edificio con la cantante, a pesar de que ellas se negaban porque"violaba sus creencias".
La historia es la siguiente: hace tres años que la cantante se encaprichó por un terreno de dos mil metros cuadrados en el que está situado el convento del Inmaculado Corazón de María. Perry les ofreció a las cinco religiosas que quedaban 13 millones de euros por la propiedad, que se negaron a aceptar el dinero y decidieron venderle el terreno a la restauradora Dana Hollister.
El pleito se complicó. Perry se enfadó porque las monjas prefirieran una oferta menor con tal de no negociar con ella, mientras que la archidiócesis de Los Ángeles reclamó que el terreno les pertenece a ellos y por tanto las religiosas no tenían derecho a venderlos. Al final, la juez de la Corte Suprema de Los Angeles ha decidido que la archidiócesis y la cantante tienen razón en este asunto, y ha invalidado la venta.
El pleito se complicó. Perry se enfadó porque las monjas prefirieran una oferta menor con tal de no negociar con ella, mientras que la archidiócesis de Los Ángeles reclamó que el terreno les pertenece a ellos y por tanto las religiosas no tenían derecho a venderlos. Al final, la juez de la Corte Suprema de Los Angeles ha decidido que la archidiócesis y la cantante tienen razón en este asunto, y ha invalidado la venta.
Por su parte, la archidiócesis si está dispuesta a aceptar los 13 millones de Katy Perry, quien acepta que los curas vayan durante dos años más a su convento para retirarse y orar hasta la compra de un nuevo edificio, que costeará la propia Perry.